Ya has votado, ¿y ahora qué?

Nos han repetido hasta la saciedad que votar es de una gran importancia; que votar a tal o cual partido va a conseguir aliviar en tal o cual medida la penosa situación que vivimos: etapas inflacionarias que devalúan nuestros escasos ahorros por guerras entre imperios/estados, alquileres abusivos a causa de la pésima organización urbana y territorial que crea la geografía del capitalismo, etc.


Esto no nos lo repiten tanto, pero sabemos que las sucesivas legislaturas que se han venido dando han estado plagadas de las prácticas políticas usuales de las clases dominantes: el terrorismo de Estado del PSOE, la explosión de la burbuja inmobiliaria a causa de la salvaje inversión en construcción del PP, las falsas promesas de los partidos del entorno de PODEMOS acerca del impago de la deuda, la nacionalización de sectores estratégicos, la derogación de las sucesivas reformas laborales que han echado por tierra los pocos derechos laborales que los trabajadores habíamos conquistado, etc., por no hablar de aquélla risa hecha partido de VOX: esos salvapatrias que no son más que la voz de los capitalistas y de ellos mismos. Aquéllos que iban a reestructurar el Estado aboliendo las autonomías y el despilfarro en los ministerios y carteras superfluas no han hecho más que subirse los sueldos y seguir recibiendo subvenciones en sus concejalías y consejerías.


Que no nos desanime el estado de cosas en el que vivimos. Nos preguntamos: ¿Qué hacer después de las elecciones? ¿Queda lugar a la acción política fuera de elegir a los partidos que no harán lo que prometen en pro del tótem político de turno? Por supuesto. ¿Por qué? Porque hay ámbitos de la vida en los que el voto es irrelevante: ¿Va a venir Yolanda Díaz a defenderte del acoso laboral de tu jefe? ¿O va a ser Pedro Sánchez quien te pague las horas que llevan debiéndote meses? ¿Qué ministerio va a conseguir que los fármacos dejen de costar decenas de miles de euros? Y siendo ambiciosos, ¿qué gobierno o qué partido va a emancipar a la clase trabajadora para que sea ella misma la que se autogobierne sin que nadie ajeno a nuestros intereses se inmiscuya en el asunto?


Seas votante o abstencionista, tu vida sigue después de las elecciones. Los mismos de siempre seguirán marcando dónde te puedes ir de vacaciones, de cuánto descanso disfrutar, la calidad del tiempo que estás con tus hijas y, en general, la falta de determinación conjunta de nuestras vidas.


HAYAS VOTADO O TE HAYAS ABSTENIDO

ORGANÍZATE Y LUCHA